La mermelada de guayaba fue pura magia! Y cómo olvidar la amabilidad de Rosa y el aire acondicionado en la habitación. fue un alivio tremendo después de un día ajetreado.

Claro, las camas eran incómodas y se escuchaba todo por la noche, pero al final, la hospitalidad y la buena comida lo compensaron.

La comida en el restaurante es realmente deliciosa.

La entrada al hostal fue desconcertante, ya que no hay una recepción clara y tuvimos que entrar al restaurante. Me sorprendió también que las camas eran bastante incómodas, y la falta de aislamiento acústico fue un verdadero problema, podía escuchar todo lo que sucedía en las otras habitaciones. Por otro lado, el desayuno dejó mucho que desear. parecía muy limitado en comparación con otros lugares donde he estado.

Sin rodeos, aquí va mi opinión

Un lugar acogedor y familiar, perfecto para disfrutar de una comida deliciosa en su terraza. Nos deleitamos con platos típicos de la región a un precio increíble de solo 13,50€. Las vistas son impresionantes y el ambiente cálido hace que sea un sitio ideal para pasar el mediodía.

La comida en el restaurante fue deliciosa, sobre todo las papas revolcones y la carrillada, todo ello a un precio muy razonable.

El ruido durante la noche fue bastante molesto, ya que las paredes son finas y se escuchaba todo.

El lugar fue encantador para disfrutar con la familia. Pasamos un mediodía en la terraza, donde la comida local, como las papas revolcones y la carrillada, fue deliciosa. pudimos refrescarnos en los charcos naturales cercanos, ideales para que mi hija pequeña se divirtiera.

Mi mujer dice que hubiera sido genial tener un área de juegos para los niños.

Ubicación ideal cerca del río, perfecto para disfrutar de la naturaleza. Comida maravillosa en el restaurante, con platos locales deliciosos. La dueña, muy amable. Aunque el ruido por la noche puede ser molesto, el ambiente acogedor compensa.

la ubicación junto al río añade un aire mágico, la terraza es ideal para disfrutar comidas riquísimas. el personal es super amable y la limpieza impecable. 🥰

podría mejorar la variedad de desayuno 🍞.

La comida en el restaurante fue realmente deliciosa, especialmente las papas revolcones y la carrillada. Un precio increíble de 13,50€ por un menú que incluye primer plato, segundo y postre. La terraza es un lugar acogedor para disfrutar de una comida en familia con vistas espectaculares. La hospitalidad de Rosa, la dueña, hizo que nos sintiéramos como en casa, siempre atenta a nuestras necesidades.

Las camas no eran muy cómodas, un poco duras para nuestro gusto.

La atención de Rosa fue genial y el desayuno, rico, pero el Wi-Fi malo.

Ubicación perfecta y buena comida

La ubicación cerca del río es ideal para relajarse, y la comida en el restaurante fue excelente, con productos locales frescos y un ambiente acogedor. Rosa, la dueña, se preocupó mucho por nosotros y el desayuno ofrecía varias opciones, muy rico. Sin embargo, el ruido por la noche era algo molesto y las camas no eran muy cómodas.

La entrada al hostal es un poco confusa, ya que hay que ir al restaurante, donde no hay recepción. La decoración de las habitaciones tiene estilo de albergue y el ruido del extractor del baño puede resultar molesto. A pesar de tener buena comida en el restaurante, los precios son elevados y el desayuno es bastante básico. La ubicación cerca de la naturaleza es un plus, pero el pueblo tiene pocas opciones para actividades turísticas.